Laura Matos

Obsesión por la Fama Digital y sus Consecuencias Sociales

En la era digital, la búsqueda desenfrenada de «followers» parece haberse convertido en la principal aspiración de la sociedad actual. Muchos anhelan la sensación de importancia y satisfacción que viene con la popularidad en las redes sociales. Aunque algunos destacan por su talento innato para el marketing o la creatividad, son una minoría que realmente ofrece contenido innovador y de calidad.

El problema surge cuando jóvenes y adultos por igual aspiran a ser «influencers», dejando de lado los estudios o persiguiendo la fama sin considerar las posibles consecuencias para su reputación. Este fenómeno refleja la preocupación de pensadores como Marcuse (1983), quien abogaba por la importancia de tener criterio personal y ser creativos para evitar convertirse en autómatas que siguen a la multitud sin cuestionar el porqué.

La tendencia a la sobreexposición y el exhibicionismo en la sociedad actual es evidente. La obsesión por la fama ha llevado a la distorsión de la idea de que ser una persona anónima también es algo digno de orgullo. Un ejemplo destacado de esto es el programa «Fake Famous» de HBO, lanzado en 2021, que convierte a personas comunes en «influencers» mediante la creación artificial de fotos, likes y seguidores para aparentar importancia.

Este fenómeno se intensificó después del éxito de «The Social Dilemma», un documental de Netflix que exploraba las repercusiones de las redes sociales en la salud mental. La sobreexposición digital nos hace cuestionar si estamos avanzando hacia la felicidad o si, por el contrario, nos estamos volviendo más infelices y manipulables.

Es alentador ver iniciativas como estudios sobre las implicaciones de las redes sociales en la personalidad y contenidos multimedia que buscan concienciar a la población sobre los riesgos de basar la vida en la búsqueda del estrellato mediático.

En última instancia, es crucial profundizar en las repercusiones de las redes sociales en el desarrollo de la personalidad y el autoconcepto. Además, se requiere un cambio comportamental en la sociedad para frenar la escalada del individualismo, el consumismo, el exhibicionismo y las conductas egoístas que podrían conducir a la creación de civilizaciones conformadas por individuos narcisistas, insensibles y sin miramientos. Es hora de reflexionar sobre el verdadero impacto de la fama digital en nuestra sociedad y buscar un equilibrio saludable entre la vida online y offline.

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